Hasta hace pocos años, las puertas rápidas enrollables eran un producto exclusivo para el interior de las industrias.

Su diseño se había hecho pensando en la separación de sectores, pero la poca resistencia que tenían a la presión del aire, las condenó a ser instaladas en el interior y, con la particularidad, además, de utilizarse en medidas pequeñas.

Con el transcurso del tiempo, hace tan solo unos 15-20 años, comenzó a fabricarse una nueva gama de puertas rápidas enrollables, las cuales, lateralmente y en sentido vertical, incorporaban unas cremalleras que conseguían cuatro ventajas fundamentales:

Su movimiento, se volvió más silencioso y, además, conseguían una velocidad de hasta 2,5 m/segundo. También, gracias al diseño de sus guías, la puerta podía moverse en exteriores aun con vientos fuertes. Y lo más asombroso, después de un impacto contra la lona, esta se salía de las guías, pero al elevarse, ¡conseguía volver a entrar en la guía!, con lo que la puerta, además de no romperse, continuaba trabajando eficazmente.

Este modelo de puertas rápidas enrollables cuando son de grandes dimensiones, siempre derivan a ser puertas autorreparables, y son la enseña de Mercadock.

Hoy nuestros clientes pueden disponer de puertas rápidas con el sistema autorreparable, que instaladas en el exterior de los edificios pueden soportar vientos, según medidas hasta clase 4 y 5, es decir, ¡velocidades de viento superiores a 140 km/h!

En cuanto a lo que a medidas se refiere, podemos suministrar estas puertas rápidas enrollables y autorreparables de hasta 10m de ancho y 6m de alto, quedando las medidas superiores para las puertas Modelo Megapack, las cuales soportan vientos de fuerza 4 y pueden instalarse en huecos de 35m de ancho x 20m de alto, pero de estas últimas hablaremos en otro momento.